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¿Cómo era Ibagué en los tiempos de la Batalla de Boyacá?

Ibagué, próxima a cumplir 469 años, es una de las ciudades más antiguas de Latinoamérica.

La época de la Independencia suele centrarse en los lugares históricos donde las batallas significaban grandes avances en los procesos libertarios de la República de Colombia. Por ello, conocemos los episodios ocurridos en Santafé de Bogotá con el florero de Llorente (1810) o los de la batalla heroica de los libertadores en el Puente de Boyacá (1819).

No obstante, desconocemos las historias más próximas, aquellas que nos atañen a los ibaguereños, desde antes de la Colonia.

El valle de las Lanzas y las razones fundacionales

“Así fue como llamaron los ejércitos conquistadores de España a Ibagué, luego de un recibimiento beligerante por la tribu Pijao, que habitaba el territorio y pasó a la historia por sus destrezas y condiciones físicas como guerreros, lanzas llovían sobre las cabezas de los españoles”, comentó Hernando Bonilla Mesa, miembro de la Academia de Historia del Tolima.

Fuimos capital de la República

Con la guerra civil desatada en 1854 llegaron aires de revolución y fue Ibagué un fortín militar por conquistar en función de su posición geográfica, ya que era la ciudad paso ineludible para conectarse con el sur y el occidente del país; en esta ocasión, contaba con la particularidad de que uno de los líderes de la revuelta liberal era oriundo de Chaparral y artífice, junto a sus ejércitos, de un golpe de estado exitoso. Por ende, todo el gobierno de la República de la Nueva Granada fue trasladado a Ibagué.

Plano general de casa que hace parte del patrimonio arquitectónico del centro de la ciudad de Ibagué
Plano general de uno de los costados del Panóptico de Ibagué

(Ver también: La hora del grito)

El valor arquitectónico y el no olvido

La transición entre Colonia e Independencia trajo consigo cambios culturales y el arte se politizó notoriamente; por ello, las estructuras físicas con aires coloniales están casi que extintas en las ciudades, producto del desprecio por lo colonial y a la influencia española en las edificaciones.

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El acercamiento a los conceptos de la democracia y la influencia de la Revolución Francesa se ve reflejado en las edificaciones con menos de 200 años. No obstante, el reto de preservar la historia en los muros continúa siendo un reto de los ibaguereños.